Profundizando en mi práctica con Throma Nagmo, he aprendido que su ira no es destructiva, sino transformadora. Su furia no es contra nosotros, sino contra nuestras obscuraciones y confusiones, y contra los apegos que nos atan al sufrimiento.
La práctica del Chöd, que tiene a Throma Nagmo en su núcleo, me ha enseñado a ver más allá de la apariencia aterradora de esta dakini. Su feroz exterior es un reflejo de la energía intensa y rápida necesaria para cortar el apego al ego. Al participar en esta práctica, he aprendido a usar mi propia ira, miedo y confusión como combustible para la transformación espiritual.
A través de los cantos y rituales de la práctica de Chöd, ofrezco simbólicamente mi cuerpo y mis obscuraciones a Throma Nagmo, desmantelando así los apegos que me impiden ver mi verdadera naturaleza. A medida que aprendo a liberar estos apegos, experimento un sentido creciente de liberación y paz.
Throma Nagmo no solo me ha enseñado a enfrentar mis miedos y obscuraciones, sino que también me ha mostrado el camino hacia la sabiduría y la compasión. Cada paso en este camino es un paso hacia el entendimiento de que todos los seres son interdependientes y vacíos de existencia inherente, y que todos poseemos la capacidad para la iluminación.
Continuaré compartiendo mis experiencias y reflexiones a medida que progrese en mi viaje con Throma Nagmo. Mi esperanza es que al compartir mi camino, pueda inspirar a otros a embarcarse en su propio viaje de transformación y descubrimiento. Porque, como Throma Nagmo nos enseña, incluso en medio de nuestra ira y miedo, hay un potencial ilimitado para la sabiduría y la compasión.
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